25 mayo 2011

Rejilla de Amsler

La rejilla de Amsler es un gráfico con líneas verticales y horizontales que se usa para probar los 20 grados centrales del campo visual. La prueba se hace con cada ojo por separado a la distancia de lectura y se usa para hacer pruebas de la función macular.

Se verifica que las líneas se vean rectas y la rejilla completa, además de comparar un ojo con el otro. La presencia de un área vacía puede indicar enfermedad de la mácula, y la distorsión ondulante de las líneas edema macular.

Los pacientes con degeneración macular asociada a la edad pueden usar la rejilla para vigilar la evolución de la enfermedad, ya que la distorsión ondulante es con frecuencia el síntoma más temprano de acumulación de líquidos debajo de la mácula.

Referencia

18 mayo 2011

Deterioro de la función lagrimal en los usuarios de computadora

En los últimos años el trabajo frente a la computadora se ha incrementado y sus usuarios han tenido un aumento en desórdenes musculoesqueléticos, fatiga ocular y ojos secos. El ojo seco se ha convertido en un problema que afecta frecuentemente a los habitantes de los países desarrollados.

El síndrome de ojo seco se define como una alteración en la fisiología de la película lagrimal que conduce a anormalidad de la superficie ocular y provoca infección.

Hay dos causas principales de ojo seco: la deficiencia en la secreción de lágrima, y la evaporación. La deficiencia en la secreción de lágrima se caracteriza por mal funcionamiento de las glándulas lagrimales, y la evaporación se caracteriza por pérdida excesiva de lágrima, aún con secreción normal. El exceso de evaporación debido a la reducción del parpadeo mientras se enfoca, ha sido considerado el principal factor que causa ojo seco en los usuarios de computadora.

Para saber si la disminución en la frecuencia de parpadeo afecta la función de las glándulas lagrimales, Shigeru Nakamura, Shigeru Kinoshita, Norihiko Yokoi y varios investigadores más hicieron un estudio con un grupo de usuarios de computadora y algunos animales, que Plos One publicó en junio de 2010.

Se reclutaron 1025 oficinistas de entre 17 y 73 años usuarios de computadora y se les practicó un examen oftalmológico, buscando si existe relación entre la duración del trabajo en computadora y los cambios en la película lagrimal, el estado de la capa lipídica de la lágrima, y la secreción lagrimal.

Para el estudio con animales los investigadores desarrollaron un modelo de rata usuario de computadora, basados en el hecho de que orientarse espacialmente y mantener el equilibrio es similar a poner atención cuando se trabaja concentradamente. Es decir, que en un equilibrista y en un oficinista se puede encontrar una disminución similar en la frecuencia del parpadeo.

Así, en el experimento pusieron a ratas en un columpio en un ambiente de evaporación, alternado con periódos de descanso, para analizar el funcionamiento de las glándulas lagrimales del animal.

En el estudio epidemiológico de los oficinistas se encontró que la reducción de la secreción lagrimal estaba asociada con la duración del trabajo diario. La secreción lagrimal se midió con la prueba de Schirmer que consiste en en colgar una tira de papel del párpado inferior y medir qué tanto se humedece con lágrima en un determinado tiempo.

No se encontró relación directa entre la duración del tiempo frente a la computadora y la estabilidad de la película lagrimal, la cual se midió con la prueba de Tiempo de Rompimiento de la Película Lagrimal (BUT por sus siglas en inglés), que consiste en teñir la superficie corneal con fluoresceína y contar el tiempo en que aparece una ruptura en la película lagrimal.

Por otro lado, en el estudio con animales se midió la producción lagrimal después de la estimulación mediante pilocarpina, para ver si la secreción lagrimal se vió alterada después del experimento. La producción acuosa de la lágrima fué más baja en las ratas modelo que en las ratas normales. Cuando se observó el tejido de las glándulas lagrimales de la rata modelo, bajo el microscopio se encontraron los mismos cambios histológicos que habían sido observados en un paciente que fue usuario de computadora por más de 12 horas diarias durante 15 años.

Para comparar las mediciones de la prueba de Schirmer se formaron tres grupos: ratas puestas en el columpio en condicones secas; ratas puestas en condiciones secas sin columpio, y ratas con columpio pero sin ventilador. La significativa reducción en la secreción lagrimal fue solamente observada en el grupo de balanceo en el columpio.

Para intentar recuperar la función de las glándulas lagrimales se modificó el patrón de descanso, y ocurrió un restablecimiento completo cuando las ratas fueron puestas en una condición de descanso de duración extendida.

Los descubrimientos indican que puede esperarse el restablecimiento modificando las condiciones de trabajo diario. Aún es necesario considerar algunas limitaciones en el estudio para interpretar los resultados en humanos, según los autores. Además, que el estudio se haya hecho con japoneses limita la generalización para otras poblaciones.

En conclusión, los resultados encontrados por el equipo de investigadores evidencian que no solo el exceso de evaporación de la lágrima sino también la hipofunción de las glándulas lagrimales contribuye a la patogénesis del ojo seco asociado al uso de computadora.

Referencia:

  • Nakamura, S., Kinoshita, S., Yokoi, N., Ogawa, Y., Shibuya, M., Nakashima, H., Hisamura, R., Imada, T., Imagawa, T., Uehara, M., Shibuya, I., Dogru, M., Ward, S., & Tsubota, K. (2010). Lacrimal Hypofunction as a New Mechanism of Dry Eye in Visual Display Terminal Users PLoS ONE, 5 (6) DOI: 10.1371/journal.pone.0011119

11 mayo 2011

Anatomía: La pupila

La pupila es la abertura central del iris. Se abre con poca luz y se cierra cuando hay mucha luz, mediante la acción de los músculos esfínter y dilatador de la pupila. Su diámetro puede ir desde los 3 hasta los 9 mm.

Así como la pupila se constriñe en respuesta a la luz brillante, también lo hace cuando se sostiene un objeto cercano a los ojos, creando un efecto estenopeico. Este efecto ayuda a enfocar mejor todo lo que vemos.

La mayoría de las personas con vista normal tienen las pupilas de tamaño similar en ambos ojos, aunque aproximadamente el 10% tiene una asimetría en el tamaño, que se conoce como anisocoria. Una marcada anisocoria puede ser causada por la presencia de una enfermedad cerebral y deberá ser evaluada por un neurólogo.

Las pupilas muy pequeñas pueden señalar adicción a la heroína o a la morfina, y en paciente mayores de 40 años pueden indicar glaucoma.

La pupila se puede aprovechar como un indicador de la actividad cerebral. Uno de los indicadores de muerte cerebral es el diámetro pupilar y su reacción a la luz de una lámpara. La pupila se dilata hasta 6 mm y no se constriñe ante la luz.

También es indicador del estado emocional: por ejemplo, al presentar el retrato de una mujer desnuda a un hombre, sus pupilas probablemente se dilatarán.

La industria de la publicidad también ha hecho uso de la pupilografía para atraer la atención del consumidor, analizando ante qué anuncios se dilatan más sus pupilas.

Al analizar las pupilas se busca revisar si las pupilas son iguales, redondas y que respondan a la luz y a la acomodación.

La respuesta directa a la luz es la que tiene la pupila que ha sido iluminada. En general se producirá una respuesta consensual en la pupila que no ha sido iluminada, pero será una respuesta más débil.

Referencia

  • Miller, D.(1983) Oftalmología, México, Edit. Limusa.
  • Vaughan, D., Albury, T., (2000) Oftalmología General, México, Manual Moderno.

04 mayo 2011

El lugar de nacimiento del ojo humano

Un grupo interdisciplinario de investigadores pide a otros científicos que les ayuden a entender cómo se han desarrollado algunas de las características de la visión humana. El equipo, dirigido por Gasper Tkacik, un físico de la universidad de Pensilvania, ha compilado una base de datos de alrededor de 5000 imágenes de la región del Delta Okavango en Botswana.

Se cree que este hábitat de sabana tropical es similar a las condiciones que existían en Africa hace alrededor de 20 a 30 millones de años, en el tiempo de los orígenes de los monos del Viejo Mundo, cuando se cree que han evolucionado las adaptaciones básicas en nuestro sistema visual.

Las fotos fueron tomadas por la neurocientífica Lucía Seyfarth, una de las colegas de Tkacik, y son similares a lo visto por nuestros antepasados remotos cuando vivieron en este entorno. Las imágenes incluyen los árboles, el terreno, los arbustos y fueron tomadas, por ejemplo, mientras Lucía seguía a una manada de babuinos. Otras imágenes fueron diseñadas para variar el rango de parámetros incluyendo la profundidad de las tomas y la hora del día, y todas ellas han sido cargadas a una base de datos en la Universidad de Pensillvania.

Una de las características del ojo humano es su sorprendente habilidad para distinguir entre un amplio rango de colores gracias a las células del fondo del ojo conocidas como conos y bastones fotorreceptores. En términos de su función, los bastones se caracterizan por ser más efectivos en iluminación baja, dándonos una cantidad útil de visión nocturna.

Los conos, por otro lado, le permiten al ojo ver el espectro completo de colores a plena luz del día. Vienen en tres variedades llamadas L, M y S, que detectan las secciones rojo, verde y azul del espectro respectivamente.

Un estudio publicado el año pasado, basado en la base de datos de Botswana, sugiere que las relaciones particulares entre las distintas variedades de conos son teóricamente óptimas para capturar la información de color tanto como sea posible de nuestros entornos visuales. “La base de datos ha sido deseñada para permitir a los científicos investigar ésta y otras cuestiones similares acerca de la arquitectura de nuestra retina, y tratar de entender los hallazgos anatómicos particulares como adaptaciones evolutivas a nuestro entorno,” dijo Tkacik.

Además de ayudar a la ciencia básica, la base de datos también puede ayudar a científicos de la computación para desarrollar nuevos sistemas de inteligencia artificial. Tkacik cree, por ejemplo, que podría conducir a una “máquina de visión” más avanzada. Esto ya se usa en las redes sociales y fotografía para identificar caras y ciertos objetos dentro de las fotos. También podría ayudar a desarrollar escenas más realistas en simuladores de computadora y videojuegos donde las gráficas dinámicas necesitan ser comprimidas sin perder fidelidad para que el ojo las vea más reales.

Referencias: