16 septiembre 2015

Para el riesgo de catarata, el movimiento podría importar

Una nueva investigación sugiere que la actividad física como el ciclismo o caminata podría disminuir el riesgo de desarrollar cataratas.

En el pasado, investigadores epidemiológicos han encontrado relación entre un índice de masa corporal alto y un riesgo incrementado de cataratas. ¿Pero qué hay acerca de los factores que intervienen en un alto índice de masa corporal? Por ejemplo la influencia de la actividad física a largo plazo en el riesgo de cataratas. Esa pregunta estuvo en el centro de un gran estudio prospectivo hecho en Suecia, “Long Term physical activity and risk of age related cataract”, publicado en Ophthalmology.

Los investigadores examinaron datos de 23853 mujeres y 28807 hombres de entre 45 y 83 años, con una media de 12 años de seguimiento. Durante el período del estudio los investigadores encontraron 11580 casos de cataratas relacionadas con la edad y compararon esos casos contra la base de datos y subsecuentes evaluaciones de la actividad física.

“Nuestros resultados sugieren que los más altos niveles de actividad física total, tanto en la base de datos como en el largo plazo están asociados con una disminución en el riesgo de cataratas”, dijo Jinjin Zheng Selin, estudiante de doctorado y autor en el estudio.

Los sujetos estudiados que tenían mayor actividad física en total experimentaron aproximadamente un 13% menos de riesgo de desarrollar cataratas en comparación con quienes tenían menos actividad.

Sin embargo, resultados específicos indican que el tipo de actividad — e incluso la ocupación de la persona — también fueron factores.

“Examinamos diferentes tipos de actividad física, y nuestros resultados mostraron que caminar o andar en bicicleta (más de 60 minutos al día) y la actividad ocupacional (trabajo manual duro en comparación con estar casi siempre sentado) estuvieron asociados con 12% y 16% de menor riesgo de cataratas respectivamente,” agrega Selin.

A pesar de las aparentes implicaciones de estos hallazgos, el grupo de investigadores pide cautela en la interpretación. Los resultados deben ser confirmados por estudios posteriores que examinen la asociación entre diferentes tipos e intensidad de actividad física, y el riesgo de cataratas en otras poblaciones.

Según Gregory Wolfe, profesor en el Southern College of Optometry, las personas con menores ingresos también tuvieron un menor índice de masa corporal, lo que podría estar asociado a que tengan menor acceso a tener automovil y usen más la bicicleta en Suecia. En Estados Unidos, el menor ingreso generalmente está relacionado con un mayor índice de masa corporal. Así que un estudio de cohorte grande con un modelo similar en este país podría llegar a diferentes conclusiones.

Sin embargo, estos resultados apoyan la idea de que el optometrista debe tener conversaciones con las personas acerca de la obesidad, la actividad física y otros factores que contribuyen a desarrollar ceguera prevenible, dice Wolfe.

Referencia

Foto de Clarita